EL PERONISMO
REVOLUCIONARIO
ANTE EL NUEVO
ESCENARIO DEL PAÍS
La
feroz ofensiva económico-represiva del gobierno nacional ha repercutido tanto
en el "órgano más sensible" del pueblo trabajador (según Juan Perón,
el bolsillo), como en propiciar incontables focos de discusión y confluencia en
la militancia, entre ellos en el seno de un movimiento peronista en plena
reconsideración de su naturaleza y proyección, y consecuentemente en su
ala más combativa, tan sistemáticamente perseguida como, en algunos casos,
desorientada durante los últimos años ante el espejismo posibilista de la
"década ganada".
Como ocurre ante determinados clivajes de la
historia, según los niveles de conciencia y organización en juego, en el
acalorado intercambio en curso afloran tanto planteamientos inerciales de
carácter táctico como incipientes formulaciones estratégicas.
"No ganó
Macri, se suicidó el kirchnerismo".
Carlos Aznárez,
Resumen Latinoamericano
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Entre los primeros se manifiesta cierta
voluntad de dar batalla en la interna electoral de un Partido Justicialista
cuyos aspirantes a presidirlo oscilan entre el mimado de Magnetto (Urtubey) y
un posible candidato de unidad sometido a la minera Barrik Gold (Gioja)
"Lejos de ser
keynesiano, Perón fue el capitán de un Estado empresario
resuelto a gobernar
creando trabajo genuino".
Movimiento de
Liberación 26 de Julio
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Entre los segundos se conviene que la última
refundación de nuestro país fue perpetrada por sus históricos dueños a partir
del golpe cívico-militar del 24 de marzo
de 1976, en base al programa económico presentado el 2 de abril de dicho
año por el ministro José Alfredo
Martínez de Hoz, cuya principal idea fuerza consistía en que "achicar el Estado es agrandar la Nación"
(propósito que requirió la desaparición forzada de la conciencia
popular organizada durante décadas de lucha), y que el fin del ciclo
progresista - que hoy exhibe la paulatina zozobra de Syriza en Grecia, Podemos
en España, el chavismo en Venezuela, la experiencia boliviana, o el
kirchnerismo en Argentina - se vincula con el actual cuadro recesivo de los
mercados mundiales, enmarcado en una crisis civilizatoria acelerada por la
explotación ilimitada de los recursos naturales, lo que condiciona la
supervivencia del ecosistema planetario a no mucho más de tres generaciones, y
convierte a nuestra latitud en un reservorio alimentario codiciado por las
potencias de turno, entre las que arremete resueltamente el marxismo de mercado
chino. En tal contexto emerge una nueva oligarquía multinacional
sustentada en el agronegocio, la minería y la biotecnología, entre cuyas naves
insignia se destacan monopolios como Cargill, Monsanto, Du Pont, y Syngenta.
"Somos una
generación formada desde el gobierno,
hará falta
inaugurar otro cauce".
Ex militante
kirchnerista, Agrupación "Carlón Pereira Rossi" de La Plata
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El período que viene de transitar nuestro
país ha dejado como secuela, entre otras, la necesidad de caracterizar al kirchnerismo. La controversia que este
suscita vendría a dirimirse entre insuficiencia
o techo estructural de tal proyecto. Si algún saldo experiencial dejó la
ofensiva popular de los 70s, este fue el imperativo de definir el ADN de un
determinado proceso político en base a sus presupuestos económicos más que en
el atractivo de su discurso. Habida cuenta de la no incidencia sustancial sobre
la estructura dependiente del país, puede concluirse que dicho fenómeno cumplió
la función de neutralizar el potencial subversivo del "Argentinazo"
de 2001 encauzando a la mayoría de sus protagonistas hacia el callejón sin
salida de la gobernabilidad que demandaba la democracia de baja intensidad que
transitamos. Su política de inclusión
- basada en la proliferación de programas sociales sustentados mediante commodities producto fundamentalmente de
la venta de soja - mal puede ser comparada con la Justicia Social por la que abogaron Perón y Evita, toda vez que muchos
beneficiarios de dicha precarización laboral hoy engrosan la creciente cifra de
cesanteados por la ceo-cracia gorila legalmente entronizada el pasado 10 de
diciembre. El saldo de dicha experiencia también torna impostergable revisar la
ya onerosa carga del estatalismo peronista que, si acaso se justificó en el
período de la última posguerra mundial, con los presupuestos prebendarios y
desmovilizatorios que conlleva, flaco favor le hace hoy a la perentoria
necesidad de construir poder popular
organizado. A su vez, el demorado análisis sobre un nuevo sujeto social transformador y el decidido privilegio a una
masa crítica de carácter juvenil-funcionarial dilató en forma suicida la
imprescindible formulación de un nuevo
modelo sindical, con el penoso resultado de - a pesar de embanderarse con
presupuestos justicialistas - cerrar un ciclo de gobierno con cinco centrales
sindicales (!) Por último, y ante el evidente repliegue de las utopías socialistas
de otros períodos - fruto de severas políticas de escarmiento y anulación del
pensamiento crítico perpetradas desde el poder -, se estafó a una nueva
generación deseosa de intervenir políticamente, proponiendo el compromiso con un
"capitalismo en serio", horizonte que ya ha demostrado sobradamente
producir más perdedores que ganadores.
"Somos gente
de paz, pero esa paz se garantiza con justicia".
Ex compañeros JP
Regionales de La Matanza
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Más allá de la lógica unidad de acción que demanda
combatir cesantías, tarifazos y
criminalización de la protesta social, en el amplio y heterogéneo
espacio político que venimos considerando viene abriéndose camino la idea de
que la mejor experiencia programática y de lucha del pueblo peronista debería
ir confluyendo en una alternativa frentista que procure explorar junto a otras
tradiciones afines un horizonte no capitalista, conformando gradualmente un
nuevo bloque histórico capaz de erigirse en poder constituyente.
"No sirve
tener un diputado, sirve tener una organización".
Rolando Zanetta,
peronista revolucionario rosarino
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En tanto, un compromiso más trascendente que
nunca se impone en la agenda inmediata: Conmemorar
unificadamente el 40° aniversario de la última dictadura defendiendo las
banderas consagradas de Memoria, Verdad y Justicia, avanzando en el juzgamiento
de los mentores civiles del genocidio (cuyos intereses económicos se dan cita
en el actual gabinete nacional), repudiando la criminalización de la protesta
social, exigiendo la derogación del protocolo anti piquetes, y - sobre todo -
repudiando enérgicamente la provocadora visita del presidente norteamericano,
no casualmente superpuesta con una fecha que evoca la carnicería y el saqueo oportunamente
propiciado por "el gran país del norte", en un gesto indudablemente
destinado a bendecir el reflujo de las alternativas populares en el continente,
felicitando la condescendencia de Macri ante los holdouts y el sistemático hostigamiento contra la Venezuela
bolivariana. Pero fundamentalmente propiciando la concreción de un nuevo
estatuto del coloniaje: El Tratado Transpacífico de Cooperación Económica, más
conocido como el TPP (http://www.lanacion.com.ar/1875283-aceleran-un-acuerdo-clave-con-eeuu-y-una-alianza-con-la-ue)
Muy a pesar de ello - como quedó
palmariamente de manifiesto durante el primer paro nacional contra los despidos
de la administración actual - nuestro pueblo seguirá demostrando que no alcanzó
con suprimir a 30.000 compatriotas para enterrar la rebeldía.-
JORGE
FALCONE
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