NOVENO ARTE DE COMBATE
Con el
padrinazgo del maestro Horacio Altuna, la segunda edición de Comicópolis,
el gran festival de la historieta en la Argentina, puso nuevamente en relieve lo mejor de
la historieta argentina, pasando de los 20.000 asistentes que
reuniera en su primer edición a un récord de 90.000. Tal afluencia
de fans, que también se dan cita año a año en la Comic Con (http://www.argentinacomiccon.com.ar/),
nos recuerda la legendaria tradición con que cuenta - y el prestigio del que
goza - el arte secuencial vernáculo. Si algún orgullo atesora quien escribe estas líneas, al cabo de los más de
20 años de docencia ejercidos en la Universidad de Palermo, es el de haber propiciado
en los albores de la primera década del Siglo XXI la creación de una de las
primeras carreras universitarias de Diseño de Historietas de Nuestra América.
En efecto, por entonces se logró reunir en el SUM de dicha casa de estudios a Andrés Accorsi (Director de la prestigiosa
revista especializada Comiqueando), Pablo
De Santis (escritor, guionista de cómics, y Jefe de Redacción de la
legendaria Revista Fierro), y - en su carácter de madrina simbólica de la
iniciativa - a Elsa Oesterheld
(Abuela de Plaza de Mayo y viuda del mítico creador de El Eternauta) En mayo de
2002, habiendo colapsado Fantabaires (la cita de honor que reunía anualmente a la mayoría de los autores
y devotos de las tiras dibujadas), lanzábamos nuestras primeras Jornadas
Universitarias de Diseño de Historietas con invitados de lujo como Quique Alcatena, Oscar Capristo, Judith
Gociol, Eduardo Orenstein, o Andrés Cascioli. A partir de aquello,
muchos de esos expositores desfilarían por la institución en carácter de
docentes, sumándose a talentos como Ricardo
Ferrari, Horacio Lalia, o Dante Ginevra. Vale la pena recordar
que, a la hora de esbozar el programa troncal de la carrera, causó sorpresa que
algún colega convocado para encarar semejante empresa se mostrase ignorante del
rol que la aventura en cuadritos venía jugando en relación a las luchas
emancipatorias de nuestro continente. Esta nota se explaya sobre el particular.
El
compromiso de la expresión gráfica nostramericana con las luchas de la Patria Grande bien puede
rastrearse a partir de las remotas xilografías del Cronista de Indias Inca Félix
Guamán Poma de Ayala, pero contemporáneamente
crece y se multiplica hacia los años de vigencia de la Doctrina de Seguridad
Nacional prescripta por Washington y los respectivos Terrorismos de Estado que
asolaron nuestro continente.
A
riesgo de cometer imperdonables omisiones, aquí sólo consignaremos un puñado de
ejemplos emblemáticos, no casualmente vinculados a fuertes industrias
editoriales de la región.
Cuba
Elpidio Valdés, héroe
máximo de las tiras cubanas, tras los pasos de José Martí
Acaso no exista en la isla socialista del Caribe personaje más popular
entre el público menudo que Elpidio Valdés, protagonista de una serie de largometrajes de dibujos
animados y tiras de historieta. Fue creado en 1970 por el dibujante y
cineasta cubano
Juan Padrón, considerado el padre de
la animación cinematográfica cubana y director de los tres primeros
largometrajes de tal rubro producidos por el Instituto Cubano del Arte e Industria
Cinematográficos.
Elpidio Valdés
representa a un coronel mambí que lucha por la liberación de su patria del
colonialismo español,
al mando de un escuadrón de caballería, encarnando a los campesinos cubanos que
en el siglo XIX se unieron a esclavos, y algunos terratenientes para formar el Ejército Libertador.
Debe su apellido
a Cecilia
Valdés, protagonista de una novela cubana del siglo XIX. Este popular
personaje se ha afianzado entre los niños y jóvenes cubanos como una expresión
auténtica de su nacionalidad. Con su carácter jocoso, característico de los
isleños, trasunta un fuerte amor a su tierra, propio del ejército libertador.
México
Vera Historia del Tío Sam, según
Rius
Eduardo Humberto del Río García,
nacido en Zamora, Michoacán,
el 20 de junio de 1934,
es un caricaturista,
historietista
y escritor mexicano
que publica bajo el seudónimo de Rius.
Máximo exponente
de lo que podría considerarse como historieta de corte costumbrista,
los libros de Rius son característicos por ser escritos de manera informal,
ilustrados con sus propias caricaturas y recortes de obras artísticas de otros
autores, muchas veces intervenidas. Utiliza un lenguaje sencillo y coloquial
para acercar el tema a los lectores no versados en el mismo. Su estilo es
irreverente e incisivo. Ha publicado libros con temáticas de diferente índole,
como son historia,
filosofía,
religión,
y medicina popular con
propósitos de divulgación.
Sus ilustraciones
están realizadas con un trazo ágil y espontáneo, de ejecución rápida y directa,
quizás a consecuencia de la velocidad a que se ve obligado a realizar su tarea,
pero que dota a sus historietas de una frescura que singulariza su trabajo. Su
grafismo se sitúa dentro de la línea realista, perfilando a sus personajes a
partir del menor número posible de recursos; permitiendo a su vez al lector
reconocer inmediatamente al político corrupto y al trabajador honrado. Los fondos de las viñetas
están resueltos a través de líneas sencillas.
Sus ideas son de
contenido crítico. Durante la Guerra Fría
fue un entusiasta apologista del bloque soviético. Rius libra una verdadera
cruzada contra el sistema político mexicano y sus instituciones (Su majestad el PRI, Los Panuchos,
Desde los cristeros hasta Fox),
del consumismo
(La droga que refresca), el imperialismo
(Vera
Historia del Tío Sam, La
interminable conquista de México) y la religión en general (Manual del perfecto ateo, El mito guadalupano, El supermercado de sectas).
Chile
El Cuarto Reich,
espionaje y represión paraestatal en Sudamérica
José
Palomo Fuentes, más conocido como Palomo,
es un artista gráfico chileno de larga trayectoria, que ha desarrollado su
labor en diferentes disciplinas que recurren al dibujo como medio de expresión.
Alguna
vez organizó una cooperativa con otros dibujantes de su generación, con la que
a finales de 1960 editó La
Chiva. Trascendió internacionalmente como autor de la tira El Cuarto Reich publicada durante su
exilio de la dictadura pinochetista en México y en distintos periódicos de
América Latina. Su obra se encuentra en varios libros y es cofundador de los
periódicos mexicanos Unomásuno, La
Jornada y Reforma.
Por
su labor ha recibido distintos premios, entre otros el Von Pilsener, otorgado
por el gobierno chileno, y en 1992 el gobierno del estado mexicano de Veracruz
le concedió el premio de honor del Concurso Internacional de Humor Gráfico.
Brasil
Fradim, o el feroz sertao
de Henfil
Henrique de Souza Filho, más conocido como Henfil,
nació en Ribeirão das Neves el 5 de febrero de 1944. Fue un dibujante, novelista gráfico, periodista y escritor brasieño.
Al igual que otros dos de sus hermanos - el sociólogo Valek y el músico Chico Mario -, heredó de
su madre la hemofilia, trastorno que impide la coagulación de la sangre
causando que la persona sea más susceptible a la hemorragia.
Henfil creció en las afueras de Belo Horizonte, donde hizo los primeros
estudios y una licenciatura en sociología en la Facultad de Ciencias
Económicas, que dejó después de unos meses.
El estreno de Henfil como ilustrador se produjo en 1964, cuando comenzó
a trabajar en la revista Alterosa en
Belo Horizonte, donde creó La Fradinhos. En
1965 comenzó a colaborar con el periódico Diário de Minas, en la producción de caricaturas políticas. En estas publicaciones, sus
personajes alcanzaron un gran nivel de popularidad. Ya involucrado con la política del país, en 1970 creó la revista Fradim, que
tenía como su sello distintivo al diseño humorístico, satírico y crítico, con
personajes típicos de Brasil.
Con la llegada de la censura a los medios de comunicación, y de los
órganos de represión arrestando y torturando a los "subversivos",
intensificó su actuación en los movimientos sociales y políticos brasileños
resistiendo contra el régimen dictatorial que padeció Brasil. En 1972, cuando Elis Regina hizo una presentación ante el
Ejército de Brasil, Henfil publicó una caricatura en la que enterraba a la
cantante junto con otras personalidades que, a su juicio, intentaron
congraciarse con el régimen de facto, cantantes como Roberto Carlos, el jugador Pelé y los actores Paul Gracindo, Tarcisio Meira y Marilia Pera.
También trató de seguir una carrera en Estados Unidos, donde pasó dos años en un tratamiento de
salud. Como
no tenía cabida en los periódicos tradicionales americanos, recurrió a
publicaciones clandestinas.
Al cabo de una transfusión de sangre contrajo el virus
del SIDA. Murió en Río de Janeiro el 4 de enero de 1988 víctima de complicaciones propias de la enfermedad, en el
apogeo de su carrera. Su obra aparece en las principales revistas brasileñas.
Henfil fue uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores. Existen numerosos materiales
destinados a dar a conocer dicha fuerza política así como material electoral
ilustrado por él.
Argentina
Camote, la obra más
comprometida
y menos conocida del
guionista de El Eternauta
Camote es
una de las series menos conocidas del talentoso guionista Héctor Germán Oesterheld - secuestrado y desaparecido el 27 de abril
de 1977 -, ya que la escribió para la
revista Evita Montonera, editada en
forma clandestina por la organización político-militar a la que pertenecía
dicho autor.
Se publicó entre
junio y diciembre de 1975 - bajo el asedio de la siniestra Alianza
Anticomunista Argentina (AAA) - del número 5 al 10, y contaba las desventuras
de un montonero que, forzado a la clandestinidad, toma contacto con otra
militante, Celina, quien le da alojamiento en su casa; su padre es un
sindicalista llamado Anselmo Godoy, que enfrenta a la burocracia sindical en la
fábrica donde trabaja.
Mientras Camote convive
con ella ayudando en las tareas hogareñas y se va enamorando de la joven, el
padre de ésta es asesinado por los compinches de Fugazetti, un dirigente
traidor a la causa. Entonces el militante toma como deber vengarlo: con dos
compañeros de don Anselmo tiende una emboscada y elimina al oscuro personaje.
Tal circunstancia lo obligará a despedirse de Celina yendo en busca de un nuevo
escondite. Por razones de seguridad, en la historieta no figuran los créditos
de los autores.
Aquí cabría
destacar que - a diferencia de lo que ocurre en otros países de la región,
donde el compromiso político de un autor es motivo de orgullo para la sociedad
a que pertenece -, en el caso argentino, tal vez a causa de remotos
desencuentros irresueltos, abundan los analistas de la profusa y originalísima
obra de Oesterheld que opinan favorablemente sobre sus creaciones más populares,
como Ticonderoga, Ernie Pike, o Mort Cinder… pero fustigan su compromiso
explícito con la organización revolucionaria en la que revistaba cuando fue
capturado por la dictadura, desestimando trabajos como Latinoamérica y el imperialismo,
450 años de Guerra (publicado en la
revista El Descamisado), La
Guerra de los Antartes (producido para el diario Noticias) o
El Eternauta 2 (saga escrita desde la clandestinidad en simultáneo con la
desaparición de sus cuatro hijas, ficcionadas como personajes de dicha
aventura) Al igual que ocurre con Walsh en el ámbito del periodismo, con Urondo
en el de la poesía, o con Puiggrós en el académico, aún persiste la costumbre
de reivindicar a estos intelectuales orgánicos como si se tratara de talentos
individuales, ajenos a la causa que abrazaron hasta su último aliento. Qué
mejor pues que la propia pluma de don Germán para ratificar que “el único héroe válido es el héroe en grupo,
nunca el héroe individual, el héroe solo", afirmación que vale para
todos los artistas que reseña esta nota.-
JORGE FALCONE