NO HABRÁ NUEVA
OFENSIVA POPULAR
SIN UNA PERSPECTIVA
CAPAZ DE TRASCENDER LA COYUNTURA
"Spinoza dice que cuando se produce una respuesta
adecuada a los acontecimientos que están teniendo lugar, en ese momento se toca
lo eterno. Creo que la diferencia entre la época posterior a la II Guerra
Mundial y la etapa actual reside en que entonces el programa de Marx estaba muy
presente, mientras que ahora vivimos un momento en el que la visión y la
percepción de Spinoza - a quien Marx
debe muchísimo -, ha reemplazado ese sentido de programa. Y creo que eso
modifica la naturaleza de la esperanza, aunque no la disminuye".
John Berger
"Cuando los
de más abajo, los jóvenes (varones y mujeres) pobres de las periferias, los ninguneados de siempre, toman las riendas de sus vidas y además lo hacen en colectivo, es porque algo muy profundo está cambiando. Un mundo nuevo comienza a despuntar cuando el intelectual, el dirigente, el estratega (en masculino), se disuelve por la potencia de lo colectivo que anuncia un vendaval político, social y cultural de largo aliento".
Raúl Zibechi
El
reciclaje de la clase dominante
El sistema - mundo está
modificando drásticamente el escenario en que libraron su batalla las
generaciones precedentes. Una crisis civilizatoria de incalculables dimensiones
amenaza con agotar las reservas naturales del único planeta - hogar que
tenemos, mientras los poderes que encarnan el capitalismo global - resueltos incluso
a administrar países implotados - distan de limitar su insaciable afán de lucro
pasando por encima de los estados nacionales, cuyas clases dirigentes - venales
y rentistas - cada vez representan a sectores más reducidos de cada población.
Durante el primer verano de la ceocracia
macrista - signado por un shock tarifario y represivo de inusual magnitud -,
salimos al cruce de la situación con un brulote sin pretensión alguna de caracterización
sociológica, que algunos compañeros de lucha cuestionaron por impreciso. "La Revolución Libertadora legitimada por el
51% del electorado", escribimos. Obviamente, lo hicimos más animados
por la idea de apelar a un lugar común capaz de describir el retorno de un odio
social racista y gorila, que para ofrecer una caracterización ajustada del
fenómeno en ciernes, cuya naturaleza no admite análisis contrafácticos.
Al cabo de un año de gestión de la alianza
Cambiemos, nos sentimos en condiciones de describirla como una nueva derecha con vocación política que vino para quedarse, y
cuya versatilidad surfea sobre la crisis terminal de representatividad del aparato
partidario nacional, aunque sin estatura de clase dirigente sino más bien
gerencial. Tal caracterización se basa en que, a nuestro modesto saber y
entender, la Argentina tuvo hasta la fecha tres fundadores: Roca, Perón, y
Martínez de Hoz. En todo caso, los actuales ocupantes de la Casa Rosada
adscriben - a su modo - a la Organización y Reorganización Nacional, pero
guardando significativa distancia intelectual de sus respectivos mentores.
Su signo ideológico se torna evidente pese al
usufructo de una apelación posmoderna a la no política, reduciendo la cosa
pública al ejercicio de una gestión con "buena onda", y a la
sustitución discursiva de categorías como "pueblo" por
"gente", ya que los números son inapelables: Por citar un caso
emblemático, la transferencia al sector
agropecuario por la quita y baja de retenciones articulada con la
megadevaluación de diciembre de 2015 equivalió a unos 130 mil millones de
pesos, mientras que el capital asignado para financiar el Plan de Emergencia
Social durante todo el año en curso será de 11 mil millones.
El
patrimonio de lucha acumulado durante 2016 ante la picadora de carne electoral
Hasta la
fecha, el poder triunfa en la guerra asimétrica que libra contra los pueblos
contagiando su criterio de éxito al campo popular. El posibilismo que atraviesa
a buena parte de la militancia coloca lastres de plomo que atan al pasado las
luchas del presente. Todas las experiencias continentales que ensayaron sus
variantes durante la primera década del Siglo XXI han sido superadas: No hay
una nueva estrategia continental.
El escenario proselitista en ciernes
encuentra a los dos partidos tradicionales de la Argentina fragmentados y sin
dar pie con bola. Por un lado arrecian las críticas al interior de la UCR
emanadas desde sectores que interpretan que esa fuerza centenaria viene siendo
la gran convidada de piedra en la coalición gobernante, y por el otro aún no
termina de cuajar confluencia alguna por parte de un PJ que cada vez semeja más
a un cascarón vació de representatividad social, un kirchnerismo atravesado por
internas que vienen minando su ya menguada capacidad de movilización, y un
massismo que pendula riesgosamente entre oficialismo y oposición. El ascenso de
una izquierda partidaria eficaz en la lucha sindical antiburocrática pero
desentendida de los nuevos desafíos planteados por la crisis civilizatoria en
curso completa un damero que no habilita a esperar grandes sorpresas desde la
superestructura del poder político.
Lejos
del palacio, la calle ha visto irrumpir a un nuevo y potente actor social capaz
de conquistar la condición de trabajador organizado desde el sustrato de la
economía popular. Ha querido la dialéctica de la lucha que las significativas
conquistas obtenidas por el sector en cuestión sin intermediaciones políticas
ni gremiales se vean amenazadas por el riesgo de integracionismo fomentado desde
el gobierno en connivencia con la venalidad de una mediática dirigencia social
que, escudándose en el aval del Vaticano, no hace más que aplacar la rebeldía
de un pueblo necesitado de trascender holgadamente el asistencialismo.
El imperioso
desafío de reinventar un horizonte no capitalista
Aplacados los fervores de distinto signo
generados por la muerte del Comandante Fidel
Castro, se va ganando perspectiva para considerarla como una bisagra en la
historia contemporánea: Sin desmedro de los incontables méritos que atesora la
gesta cubana, capaz de exhibir altísimos índices de alfabetización y salud
pasibles de avergonzar al mundo capitalista, así como una envidiable
intransigencia en la brega por la autodeterminación de su pueblo, se torna
difícil no sentir que con el hito mencionado también se cierra un capítulo
importante de la experiencia nostramericana y tercermundista, que condicionó
numerosos intentos insurgentes frustrados por haber creído ver en el ejemplo de
los barbudos una fórmula infalible de acceso al poder denominada foquismo.
El sistema capitalista en tanto, ahora
sometido al embate de proteccionistas sobre globalizadores, continúa ensayando
renovados métodos de sometimiento (como el hackeo informático a las finanzas del
estado bolivariano), que acentúan la vacancia de una teoría revolucionaria en
el mundo periférico. A propósito de estas nuevas estrategias de dominación, así
como la generación del 70 tuvo una ineludible referencia formativa en el filme
de Gillo Pontecorvo "La Batalla de
Argel", para dimensionar los nuevos escenarios de confrontación se
torna imprescindible ver "Snowden",
de Oliver Stone: http://miradetodo.net/snowden-2016-1080p-full-hd/
Como viene sucediendo, la perspectiva
comicial tienta a muchas fuerzas populares a crear su herramienta electoral,
por cuanto ya se acumulan minúsculas expresiones de izquierda independiente
presentadas con una enjundia digna de
estar llamadas a hacer temblar los cimientos del poder burgués, lo que no hace
otra cosa que debilitar el auspicioso frente de lucha gestado al calor de la
unidad en la acción que campeó en las calles del país durante el año anterior.
Si es cierto que los mitos atesoran saberes
populares ancestrales, el de Teseo enseña que para dar con la salida del
Laberinto de Creta y retirarse airoso portando la cabeza del minotauro el héroe
ateniense debió asirse al cordel de Ariadna. La realidad descripta hasta aquí
también impondrá a las fuerzas revolucionarias convencidas de que el
capitalismo mata - e indispuestas a arriesgar prematuramente su suerte en
territorio enemigo y con las reglas de juego del oponente - a poner en acto una
voluntad de vida potencial factible, para prefigurar cotidianamente la sociedad
más humana a que aspiramos, apelando al único camino que conduce a dicha meta,
el de resistir y luchar.-
JORGE
FALCONE